La mayoría de los vehículos modernos cuentan con un sistema
antibloqueo de frenos (ABS); introducido por primera vez en 1978, por Bosch, el
sistema ABS permite que ante la necesidad de frenar espontáneamente, el
conductor pueda tener más control sobre el vehículo, posibilitando así maniobrarlo
para evitar alguna colisión; lo que hace este sistema es impedir el amarre de
las llantas, para mantener el control del vehículo, ajustando automáticamente
la presión del frenado.
Algunos estudios científicos reconocen que esa tecnología aún
debería mejorarse para algunos tipos de suelos donde es posible encontrar
dificultades, ya sea porque las vías son muy blandas (lodo), tienen restos de
aceite o grava (arena) o porque han sido afectadas por fenómenos naturales como
lluvia excesiva, nieve o hielo; cuando el suelo se encuentra mojado o tiene
restos de aceite u otras sustancias el coeficiente de fricción disminuye
considerablemente en comparación a cuando se encuentra seco, el riesgo
incrementa con la alteración de otros factores, como la velocidad longitudinal
del vehículo o la presión del aire de las llantas.
Con la intensión de disminuir estas dificultades, investigadores
de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco (UAM-A) en México,
trabajan en el desarrollo de un sistema de pre-visualización que determinará el
tipo de suelo sobre el que pasará un vehículo, fracciones de segundo antes de
que eso suceda; de esta manera se anticiparía la activación del sistema ABS de
manera automática, cuando un sistema de visión detecta que hay un fragmento en
el camino potencialmente peligroso.
Sin entrar en detalles técnicos, el sistema que se desarrolla en
UAM-A, y que sería acoplado a los sistemas ABS, está centrado en el desarrollo
de un algoritmo que considera información originada por una cámara que registra
gráficamente las condiciones de las vías; el algoritmo compara el registro de
la cámara con una base de datos para establecer la peligrosidad de determinados
caminos, y cuando es detectado un riesgo, el algoritmo activa el freno de
manera automática, ganando así fracciones de segundo valiosos. Pero no todo es
tan simple como parece, habrá que incluir además de las imágenes, las
condiciones globales del suelo, los coeficientes de fricción de la llanta, la
velocidad longitudinal del vehículo y el nivel de vibraciones que son inducidas
por el sistema ABS al impedir el amarre de las llantas, que en ocasiones desorientan al
conductor.
Actualmente se han llevado exitosamente algunas pruebas piloto
con los algoritmos desarrollados por el grupo de investigadores, al mediano
plazos se busca la implementación de ese sistema para pruebas con diversos
vehículos, en sinergia con el sector automotriz. (Fuente: Agencia ID/DICYT)
GT(2014)